No te calles

Todas las situaciones de maltrato se sustentan en la mentira. Todos los maltratadores son manipuladores y mentirosos. Acusan de maldad, torpeza o ignorancia a los niños a la vez que dicen quererlos, protegerlos o buscar su propio bien. Por eso es tan difícil desenmascararlos.

A veces se tardan años en quitarse la venda e incluso hay personas que no se la quitan nunca. La moral nos enseña a querer a nuestros padres aunque no se lo merezcan. Es más fácil dejar de quererse uno mismo.

Pero si te has dado cuenta de que no te trataron bien, si sientes dentro de ti que aquello estaba mal hecho y que no merecías ese comportamiento, no te calles. Cuéntaselo a alguien. Pon en palabras lo que ocurrió, explica qué sentiste, cómo fueron tus reacciones, qué buscabas y no pudiste encontrar. Si aprendes a dar forma a tu dolor estarás empezando a calmarlo. Este es uno de los principios de la resiliencia y también de la reparación.

Tal vez te preguntes a quién puedes contárselo y en realidad esa es una cuestión muy importante: No se lo digas a cualquiera. La mayoría de las personas te escucharán e intentarán entenderte pero creerán que deben decirte que perdones, que todos los padres cometen errores, que no estarás tranquilo hasta que hayas olvidado el pasado y te hayas reconciliado con ellos. No es verdad. No estarás tranquilo o tranquila hasta que te hayas sincerado contigo mismo, te hayas conectado con la fuente de tu dolor y seas capaz de levantarte y decir que no merecías eso.

Elige un interlocutor que te acompañe en ese camino, que empatice contigo y no se deje llevar por la moral imperante. Serás tú el que decida con el tiempo si puedes y quieres perdonar lo que te hicieron o si sencillamente debes romper esos lazos que te hacen tanto daño.

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4 thoughts on “No te calles

  1. Orquídea Contestar

    Voy a hacerte caso Febe, a mí no me trataron bien, tampoco me supieron valorar y me despreciaron. Reconozco que no he podido romper ese vínculo, si lo hiciera me sentiría culpable, así de injusto es esta situación. Y, por supuesto, no se lo puedo contar a nadie porque pensarían que soy cruel. Bueno sí puedo hablarlo con alguien, sólo con una persona, mi hermana, hablar con ella siempre me ayuda.
    Gracias Febe.

  2. freddie Contestar

    creo que este es el post que más me ha gustado hasta ahora.
    así se deben sentir muchos

    Something filled up
    My heart with nothing
    Someone told me not to cry…

    http://www.youtube.com/watch?v=pSius0BYeo4

    Algo llenó
    Mi corazón con nada
    Alguien me dijo que no llorara…

  3. Maria Rosalía Contestar

    Creo que mi madre era una perversa moral, el maltrato contra mi fue feroz, a mi me eligió como su punching bag, somos 9 hermanos, yo soy la quinta, la mayor y menor siempre con el papel de control para el resto del rebaño, a los demás los utilizó de testigos alentadores, por supuesto que mi autoestima no existía, sufría de alopesia nerviosa, dolores de cabeza frecuentes y otras dolencias, a pesar de ser inteligente fracasé en la escuela, no estudié lo que quería, mi madre acusaba a mi padre de tener amantes, por supuesto como buen perverzo no delante de él, Cuándo hablaba de ésto con mis hermanos de público, no tenía duda en ser hija de una de ellas, ésto a pesar de ser la única que tiene un lunar iguál al de ella en el pecho y ser muy parecida fisicamente a su madre, a la que ella decía adorar.
    Para justificar sus golpes y rasguños que me dejáron cicatrises en manos y brazos, (ya que aun no cerraban las heridas anteriores cuándo me las arrancaba con nuevos ataques) decía que yo hacía de todo para separar a su familia, me acusó siempre de ser amiga de las amantes de mi padre que yo jamás ví.
    A solas y con un tono de voz frío y entre dientes, me decía que por que no me moría, que me largara, que estaban bien sin mi, que ojala y nunca hubiese nacido, que ojalá y desapareciera, siempre procuró que mis hermanos no presenciáran ésto, respecto a los ataques físicos que se detuviéron cuándo llegué a los 12 años, mis hermanos simplemente veían sin decir o hacer nada.
    Procuré permanecer callada, tratar de ser invisible para evitar su enojo, hacía todo lo que me ordenaba, a pesar de que mi trabajo en el aseo de la casa era perfecto no la complací nunca, era hacendosa, limpia, aseada, ordenada, solícita, solidaria, la mejor hija y la mejor hermana.
    Si alguien me alababa en mi interio surgía una voz, «no me conocen, no han platicado con mi madre»
    A los 9 años intenté suicidarme después de uno de sus ataques, até una cuerda de cáñamo a la parte alta de una ventana y a mi cuello y salté, el cáñamo estaba podrido puesto que se rompió y caí al piso lastimandome mis rodillas, el ruido despertó a mi padre que dormía en la habitación de al lado, el trabajaba en el ferrocarrril en el turno de noche, cuándo escuché que se acercaba desaté rápidamente el lazo de mi cuello y lo oculté, salió al patió molesto porque lo había despertado, lo enfrenté y le díje, «dime quién es mi madre, porque esa señora no puede ser mi madre», sufrí un shok con lo que me dijo, «no digas idioteses, esa señora ES tu mamá y la debes de querer», fué terrible más terrible que los golpes que recien me había dado mi madre, «DEBES DE QUERER».
    A los 16 años se deshiso de mi, le pidió a mi hermana mayor que me llevára a vivir con ella, recién se había casado y ella y su marido me «invitáron» a irme con ellos, a lo que me negué, mi madre , una vez más utilizando sus métodos perversos y en un tono quejumbroso y conciliador me díjo «¿Porqué le haces ésto a tu hermana?, yo le dije que no me parecia correcto ir a hacer un mal tercio con una pareja recién casada, y ella utilizó, el amor que yo le tenía a mi hermana que era un año menor a mi y que era temerosa e insegura y era muy apegada a mi pues a raíz del intento de suicidio inicié un comportamiento diferente, ya no lloraba cuando me golpeab mi madre y fingía que no escuchaba sus terribles palabras, en resumen fingía también fortaleza, seguridad, para convencerme me dijo; Tú hermana no vive su vida, nadamás espera a ver que dices tú, no respira si no se lo ordenas, es tu títere» sentí horrible de pensar en que fuera verdad lo que me decía, al siguiente día yo ya vivía con mi hermana mayor, mi hermana menor que yo me suplicaba que me regresara, que era horrible la situación en la casa, a lo que yo respondí «superalo»
    Despues de 2 años regresé, mi hermana se había convertido en su tapete, aun ahora después de 40 años la ofenden no solo a ella sino a sus hijas, las llaman de todo por ser mamá soltera.
    Me casé conun hombre que me decía mequería mucho y al mismo tiempo me criticaba con sarcasmo, alcoholico y violento igual que su padre.
    Pero, ocurrió un milagro, nuestro único hijo nació discapacitado, enfermo crònico, y a pesar de que ha sido muy difícil, los 2 hemos entendido lo afectados que estamos emocionalmente, hemos asistido a terapias psicológicas, grupos de autoayuda, Al-Anon, AA y, hablando de mi, me alejé de todos los miembros de mi familia, que me llaman loca y estan muy enojados conmigo por el hecho de decir todo lo que ocurría en mi casa y el que me haya separado de ellos, me decían «te vas a quedar sola» JAJAJAJAJA!!! » Siempre he estado sola, y ahora digo con felicidad, » Más vale sola que mal acompañada»
    No ha sido nada fácil, los lazos le lealtad son poderosos, pero, si es posible superarlo, el perdón fue muy difícil, pero el resentimiento es veneno que me tomo y pretendo que le haga efecto al otro, me ayudó mucho entender lo de los apegos, la repetición de patrones etc.
    El maltrato persiste, a falta de mi tomaron a mi hermana y a sus hijas, pero yo ya les enseñé el camino, camino que no puedo recorrer por ellas.
    Mi madre murió en Febrero del 2014 de 94 años, hasta el último respiro continuó con su sistema enfermo, las ecenas fuéron tremendas, pero yo no llegué, le regalé a mi madre un último presente, mi ausencia.
    Encontre su blog y creo que el trabajo que ustedes realizan es un faro que con su luz ilumina el camino de barcas de personas perdidas en el dolor y la desolación.
    El maltratador no llegaría tan lejos si las autoridades trabajaran con ética y responsabilidad, los niños no son desechables. s
    s

  4. Febe Contestar

    Muchas gracias por tu testimonio, María Rosalía. Nos ponemos en contacto contigo a través del correo electrónico.

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